fuente: merca20.com
Recordemos que para esta versión los cambios son complejos, debido a que tienen como objetivo mejorar la calidad de la información recibida por el SAT.
Sin embargo, todavía hay empresas que no han migrado a la nueva versión, a pesar de que a mediados del año pasado aproximadamente más de 700 mil contribuyentes ya utilizaban la versión CFDI 3.3, dentro de un universo que agrupa a más de 6 millones de contribuyentes.
Recordemos que para esta versión los cambios son complejos, debido a que tienen como objetivo mejorar la calidad de la información recibida por el SAT.
La CFDI 3.3 se volvió obligatoria desde el 1 de enero de 2018, esto tras una prórroga otorgada por la autoridad fiscal el pasado 22 de noviembre.
La versión 3.3 sugiere los siguientes detalles:
- Emisión de comprobantes a receptores inexistente
- Poca eficiencia en el proceso de facturación
- Complejidad en el cálculo de impuestos
- Estandarización en la información inexistente
Además cuenta con 22 nuevos formatos de estructura, 17 catálogos y 46 reglas de validación.
Entre los 22 campos, destacan: el uso de CFDI, régimen fiscal del emisor, número de registro tributario del receptor, uso de CFDI para el receptor, entre otros.
17 catálogos. Algunos de los más complejos son: código postal; clave en unidades de medida, y sobretodo clave- producto- servicio. Ahora se tendrá que elegir la clave del producto o servicio de entre más 50 mil códigos.
46 reglas de validación. Se añadieron 46 reglas, como: RFC del receptor registrado; zona horaria basada en el C.P. del emisor; régimen fiscal del emisor, entre otras.
Israel Coto, director de la oficina Microsip en Ciudad de México, recomendó a través de un comunicado que los empresarios se mantengan atentos y no dejen pasar más tiempo si es que aún no cuentan con este tipo de facturación electrónica.
“Para todos aquellos empresarios que aún no facturan en esta nueva versión les recomiendo que se acerquen lo antes posible con su contador o sus asesores de sistemas, y mantenerse informados en todo momento, ya que no podrán continuar facturando en versiones anteriores, además de que podrán ser acreedores de multas en caso de que no acaten estas nuevas disposiciones del SAT”, indicó Coto.